Se acaba 2023 y son habituales los momentos de reflexión e introspección sobre el año que termina. Para mí esto implica bastantes cosas: una retrospectiva de mi vida profesional, una sobre mis objetivos personales, otra analizando el nivel de cumplimiento de los hábitos que me he querido marcar e incluso una carta que me escribo a mi mismo de año en año (si hablamos de accountability, a pocas personas más que a nosotros mismos nos debemos un nivel así). Lejos de ser un proceso tedioso, confieso que me gusta. Es una oportunidad para detenerme a pensar y comprobar si el camino que estoy andando va por dónde quiero ir. Ahora que lo pienso, hay un paralelismo claro con mi hábito de comprobar con regularidad en un mapa la dirección y el camino en mis excursiones de senderismo. Todo esto me hace pensar dos cosas: va a ser cierto que soy un geek y desde luego que soy una persona bastante data driven, a estas alturas no sé si es una deformación profesional o que encajé en la profesión por tener este setup de fábrica.

Este año tengo que agregar un nuevo audit al grupo.

Recap sobre el blog

El blog nació como idea hace ya un par de años, pero fue en mi anterior recap (el de 2022) dónde me marqué el objetivo de empezar formalmente junto con una métrica a cumplir. Esto de ser un geek data driven evita que mis recaps sean basados en algo tan subjetivo como una creencia (creo que no estuvo mal, creo que me quedé corto…) para pasar apoyarse en datos objetivos y ser más honestos. Así que ahora toca ver, entre otras cosas, como fue este primer año de blog. Repaso primero el objetivo marcado y su métrica:

Publicar el blog, tener 12 posts en el primer año

Primera parte, más que cumplida. Segunda parte, han sido 9 post de los 12 marcados como objetivo. Un 75%. Not great, not terrible. Además del volumen de posts, en el que me quedé corto, han habido algunas mejoras de usabilidad y ―casi tan importante― el agregado al backlog de unas cuantas más que saldrán este 2024. Por otro lado, si me baso en la única métrica que puedo monitorizar de manera nativa en la static webapp de Azure que hostea el blog (requests al servidor, no es demasiado fiable) veo un pequeño pero constante aumento.

Lecciones aprendidas también me llevo unas cuantas, esto de escribir un blog es un aprendizaje tan continuo como el resto de aspectos de mi trabajo. No es importante sólo tener buena información que transmitir, sino transmitirla de manera cómoda o, casi mejor, usable.

Aún habiendo fallado el objetivo por un 25% veo terminar este 2023 y me siento satisfecho porque ha sido un gran año de crecimiento profesional: al fin me he desafíado a publicar el blog y compartir un poco de mi día a día con el mundo, más bien la parte del mundo que llegue a él y me quiera leer. Un año en el que me he abierto al escrutinio y las opiniones/críticas de mis iguales. Paralelamente, se ha dado aún un mayor crecimiento con mi cambio de SRE a TechLead que se irá reflejando también en el propio blog.

Así que vale, me he quedado corto en el objetivo de los 12 posts. Pero puedo decir que he empezado, me he lanzado y ya estoy devolviendo un poquitito de todo el conocimiento y experiencias que la Red me ha dado. Y por eso de que soy un geek, no puedo evitar que me venga a la mente la cita: “And where does this newborn go from here? The Net is vast and infinite”